COMO ES EL HOMBRE CRISTIANO EN EL MATRIMONIO

El hombre es el proveedor de las necesidades de la familia

La mayoría de los fracasos dentro del matrimonio, suceden porque no se han establecido una base solida de convivencia, no hay principios, y ambos cónyuges impulsados por las tendencias sociales, ya sea feministas, o machistas,  son inducidos, a vivir de forma que el mundo o la sociedad imponen, sin atender a los principios que Dios establecidos desde un principio para que la unión entre un hombre y una mujer sean bendecidas, viviendo en orden, cada uno haciendo su papel, o función dentro del matrimonio.

Desde el principio de la creación, cuando Dios creo al hombre y a la mujer,  los creo para estar juntos, como pareja, ya que Dios se dio cuenta, y dijo; " no es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para  él. Y Dios formó a la mujer de una costilla tomada del hombre. Así luego Dios determino así, dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán una sola carne" y así es como Dios formó la primera familia de la humanidad. 

 

El hombre guía a la familia en los principios de Dios

Dios creo el matrimonio, en orden, la mujer formaba parte del hombre, era su ayuda idónea,  un ser creado a la voluntad de Dios, para que el hombre no estuviese solo, ella era su apoyo, su compañía, su compañera. Ella debería estar sujeta al su marido, ya que formaba parte de él, así como el hombre viviría sujeto y sumiso a  Dios.

                                                  

En los tiempo actuales,  en una sociedad, corrupta, y llena de ideales, donde el ego, es exaltado hasta lo sumo, donde la mujer se ha incorporado al mercado de trabajo, donde se le han dado funciones de mando, de poder, incluso dentro de la política, y de dirección incluso algunas llegando a gobernar países enteros, esto ha provocado por otro lado, una desviación de los principios fundamentales, y de los deberes y obligaciones de los cónyuges dentro del matrimonio. Se han invertido en muchos casos los papeles del hombre y de la mujer que fueron antes establecidos por el creador.

 

 

Se han adulterado los principios o papeles en el matrimonio

Sobre todo en estas ultimas décadas,  se han acentuado estos cambios de papel, la mujer es la que sale a trabajar en muchos de los casos, para el sostenimiento familiar, mientras el hombre se queda en la casa haciendo las labores propias de la mujer, como limpieza, cocinar, y el cuidado de los niños.

 Esto era impensable hace unos años atrás, y es por eso que aun quedan algunas familias estructuradas, porque conservaron el modelo, y el orden que Dios dejo para cada uno, así lo hicieron nuestros abuelos, a pesar de las circunstancias que también eran muy difíciles, el hombre salía a trabajar, y ganaba el sustento para su familia, mientras la mujer quedaba en la casa, haciendo todas las tareas, y al cuidado de los hijos, y de su enseñanza, esto es lo que hizo que aquellos matrimonios perdurasen, y se respetasen, a pesar de no ser cristianos.

Pero en la sociedad moderna que  vivimos, sujeta a cambios y tendencias de moda, y no sujeta a principios algunos, donde todo da igual, lo importante es el "yo", tu persona,  el disfrutar, el viajar, el vivir, el divertirse, y un sinfín de vanidades y locuras, donde los principios de la vida, y menos los principios de Dios, o sus palabras son obedecidos, o puestos como guía para las personas, se ha adulterado todas las cosas, y el resultado lo estamos viendo, en los matrimonios por ejemplo, como se rompen, como las familias se quedan rotas, y deshechas, los hijos solos, o criados por los abuelos, y un sin fin de padres y madres separados o divorciados.

Siempre hay luchas por quien gobierna o tiene el poder

¿ Y  cual es la causa de tanta separación y divorcios?.

La única causa es el no tener una relación con Dios, de fe y confianza en sus promesas, para ser transformados por su gracia, a imagen de Cristo, para poder obedecer, y ser sumisos a su voluntad, tanto el hombre, como la mujer. 

Nadie puede poner orden en un hogar o matrimonio, si primero no tiene ordenada su vida como individuo, y lo único que puede hacerlo en nosotros, es la gracia de nuestro Señor, que nos cambia la vida, pone orden en ella y nos hace sumisos para obedecer los principios que Dios estableció para el matrimonio y el hogar.

 

El hombre tiene que depender de la gracia de Dios y de sus promesas, reconocer a Dios y su poder para recibir,  la fuerza y sabiduría, para el sostenimiento, protección y cuidado de toda la familia, de su esposa y de sus hijos y establecer un orden, dentro de la familia, controlar la economía domestica, y la educación de toda la familia. 

 Es por eso que el es la cabeza, el que organiza y tiene la ultima palabra, en la toma de decisiones, ya que las tomara en sujeción a la voluntad de Dios, y a los principios que el ha establecido. 

Al igual la mujer debe tener su relación, con Dios y con su gracia, para poder someterse a su voluntad, y en el hogar cumplir con su gran función de aconsejar, proponer, y velar por el orden, administrar los recursos económicos de la familia,  el cuidado de sus hijos, así como de su enseñan.

Cuando el hombre no tiene esta relación con Dios y su gracia dentro del matrimonio, cuando no trabaja y gana el sustento para su familia, cuando en vez de estar educando a sus hijos y a sus esposa, enseñando, y pasando tiempo con ellos, lo pasa mejor con los amigos, o bebiendo, o en sus aficiones, esto creara un desorden, y desequilibrio dentro del hogar, tendiendo la mujer que salir a trabajar, o educar sola a los hijos, y tener que ponerse los pantalones, y hacer las funciones propias del hombre en el hogar.

Cuando no creemos en Dios,  siempre hay conflictos

 Igual pasa en la mujer cuando no depende de Dios y de su gracia, y no quiere asumir sus tareas o papeles dentro del hogar, a ella  le gusta salir con las amigas, tener vida social, tener un trabajo para relacionarse con los demás, etc.. y el hombre es el que tiene que hacer las funciones de la mujer, en el hogar, cocinar, limpiar, cuidar a los hijos, etc.. esto provoca un desequilibrio, y el final es la ruptura, ya que cada uno esta hecho para una cosa, como Dios lo propuso, y lo creo,  el hombre para estar sujeto a Dios y a sus principios, para cuidar de su esposa y de sus hijos, guiarlos en los caminos del señor, salir a trabajar fuera del hogar para traer el sustento, y la mujer para el suyo, cuidar del hogar, del marido, los hijos,  cada uno con su capacidad y habilidad.

Si queremos que los matrimonios sean fuertes, y familias en orden y fuertemente estructuradas, debemos todos volvernos a Dios, a su palabra, al amor, ya sabemos que el amor no busca lo suyo, sino lo de los demás. Sin esta base el hombre y la mujer, los matrimonios, estarán perdidos y a la deriva, serán victimas del enemigo, serán infelices, y criarán hijos infelices, al carecer también de los valores y principios básicos, y se cansarán de vivir así en esas circunstancias, que es lo que está pasando, cada vez hay mas matrimonios rotos.

Un matrimonio que creen en Dios, tiene orden y felicidad

Que Dios nos dé revelación y luz, para poder ver y corregir lo que esté mal en nuestras vidas, y también para poner orden en los hogares. Para los cristianos nacidos de nuevo no será difícil, ya que conocen bien estas cosas y tienen la mente de Cristo y la guía del Espíritu Santo, y el les dará sabiduría y poder, para hacer su cometido en cualquier circunstancias de la vida.

 

  Para aquellos que no son cristianos, nacidos de nuevo, tienen que creer en lo que Cristo hizo en la cruz por ellos, creer en el amor de Dios por ellos para que puedan ser nacidos por la fe en la palabra y obtener la gracia y ser salvados, para poder encontrar la verdadera vida, y la verdadera identidad, para ser luz en las familias y en toda la tierra.

LAS MUJERES ESTÉN SUJETAS A SUS MARIDOS, A SI COMO LOS MARIDOS ESTÉN SUJETOS AL SEÑOR.