martes, 16 de septiembre de 2014

¿COMO PODEMOS ANDAR EN EL ESPIRITU ?




Esta es una pregunta que tarde o temprano nos hacemos todos los creyentes, ¿estaré andando en el espíritu estaré andando de forma que le agrade a Dios?.
 
Esto nos pasa porque estamos ignorando la obra de Dios en nuestras, vidas. Cuando nos convertimos a Dios y le entregamos nuestras vidas, él se hace cargo de toda nuestra vida tanto material como espiritual, en otras palabras, no depende de nosotros o de lo que hagamos, sino de lo que Cristo hizo en la cruz por todo los seres humanos.
 
Las religiones nos dicen que tenemos, que cumplir ciertas normas y leyes, incluso nos llevan a hacernos esclavos de la ley de nuevo, como dice en gálatas 3.1-5 oh gálatas insensatos, ¿ quien os engaño para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado como crucificado?  
Esto solo quiero saber de vosotros, ¿ recibisteis el Espíritu por obedecer la ley de Moisés, o por el oír con fe? y dice tan necios sois, ¿habiendo comenzado por el (andar) espíritu, ahora vais a acabar por la (andar) carne ?

En otras palabras mas sencillas habiendo comenzado (en el espíritu) a confiar en el amor de Dios, y en la obra perfecta de Cristo, en sus justicia que nos trae la paz y el reposo, y la salvación de nuestros pecados, donde encontramos la gracia y el poder para ser libres, y  ¿ahora queréis  (andar en la carne) justificaros por vuestras obras, cumplir la ley de Dios, en vuestras fuerzas, y rechazar la obra y el sacrificio de Cristo?
 
Por tanto la respuesta a la pregunta que nos hacemos muchas veces, y saber si estamos viviendo, y andando en el espíritu; es, permanecer en fe, confiados en el sacrificio de Cristo y el amor del Padre hacia nosotros, y no movernos de esta posición, eso es andar en el espíritu, entrar en el reposo de Dios, reconciliarnos con Dios,estar en completa paz, esto es también vivir en la gracia, permanecer en la justicia perfecta de Cristo, no en la nuestra, que es según la ley.
 
El justo por la fe vivirá, y la ley no es fe.
 
 Por tanto dice, Juan 15.5-9 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en, él
éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
El que en mi no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará, y los recogen, y los  echan en el fuego, y arden.
 
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen, en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
 
Permanecer en él, es también ser un discípulo, de Jesús, porque el permaneció en el amor del Padre.
 
Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permanecer en mi amor.




                                              
                                               
La paz, el reposo, son el testigo que nos indica nuestro caminar en el Espíritu.
 
 Cuando andamos en fe, confiados en las promesas y cuidados de Dios,  confiados en su amor, por nosotros, entramos en esa paz que sobre pasa todo entendimiento, ese reposo y esa paz que las cosas de este mundo no te pueden dar, estas caminando en el espíritu, vives completamente confiado. El se encarga de tu vida, de cuidarte, de protegerte, de transformarte desde tu interior en esa nueva criatura que eres en Cristo, eres sanado de las heridas del pasado, eres restaurado, santificado y apartado del pecado sin tu esfuerzo, andas en novedad de vida, en libertad.
 
Cuando perdemos esta paz, o reposo por nuestra soberbia, o por querer hacer las cosas a nuestra manera, sin confiar en Dios ni en sus palabras, cuando dejamos de depender de él, y caemos de la gracia intentando nosotros cumplir con nuestras fuerzas la ley, no siendo humildes estamos andando en la carne en nuestras habilidades, en nuestras fuerzas. En este estado no podemos agradar a Dios, no habrá frutos del espíritu en nuestras vidas.
 
Como está escrito Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.



                                                                   


                    
¿Cómo lograr "andar en el Espíritu"?

Para este andar, se requiere la humildad, que es simplemente reconocer mis debilidades o pecados y  que sin Dios yo no puede hacer nada, que le necesito para todo y que tengo que rendirme por completo a él, depender de su habilidad, su fuerza, su guía, su enseñanza o revelación, su poder transformador que cambie mi vida desde mi interior, y rompa con mis esclavitudes, que me haga libre, que me santifica por completo, no yo sino él, el hace la obra completa. 
 
Como dice filipenses 1.6  estando persuadidos de que el que comenzó la buena obra en vosotros la perfeccionara hasta el día de Jesucristo.
 
Si de esta manera nos rendimos completamente su voluntad al Espíritu Santo y dependemos de sus habilidades y no de las nuestras en lo personal, Él se encargará de que la vida de usted sea agradable a Cristo y lo glorifique verdaderamente.
                                     

Como dice su palabra en Hebreos 13.20-21 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo, al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.







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